sábado, 22 de febrero de 2014

Pasajera de la noche







Seguramente, al ver en la introducción que vengo de Nunca Jamás, y luego al ver esta foto, no me creáis; pero es la realidad...
Nací en 1876 en la casita del árbol y estaban todos y cada uno de ellos; mi padre, Peter;  mamá Wendy; los niños perdidos,  la dulce y alocada de la tía Campanilla; todos los seres mágicos... hasta el capitán Garfío. 
Fue un día inmemorable para todos, pero aún más lo fue cuando Luna se presentó en casa sin previo aviso... Ella, tan resplandeciente e iluminada en la noche, con su tez pálida de rostro marcado y un cuerpo tan delgado como si fuera un peso en pluma... No tuvo palabras para nadie; tan solo recuerdo cómo mis padres me contaron la historia de su apresurado paso al llegar hasta mi cuna, con esa mirada tan penetrante que me hizo llorar y del frío que derrochaba su piel.
"Sanguis sanguinis" fueron las palabras que me dedicó antes de marcharse, que por supuesto, tuvo consecuencias en mi vida...
El País de Nunca Jamás ¿eh? Y aún así, en tan bello lugar, una maldición invade mi cuerpo hasta el fin de mis días. No llevo sangre azul, ni roja, ni morada; simplemente, no tengo sangre. Dulce chiquilla de tez aceitunada, ojos avellanas rasgados, rubia, estatura media y voz angelical por la mañana y en cambio nadie,absolutamente nadie dice conocerme cuando la hermosa Luna, que acentúa todas las noches, me llama para ir junto a ella...

Mrs.D.L

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